Vive y trabaja en Milán, Italia
Margherita Manzelli dice que sus pinturas de gran escala no están destinadas como autorretratos (aunque sin embargo llevan un parecido físico y psíquico para ella) sino que reflejan un periodo anterior de su trabajo donde el rendimiento fue un elemento importante. Manzelli, ella misma confiesa que "me gustaría que fueran diferentes a mí. Sin embargo me doy cuenta del hecho de que algo de mí misma permanece en ellos." Además de la presencia de Manzelli en su trabajo, posibilidad de encuentros con mujeres jóvenes en la calle son otra fuente de inspiración. Independientemente de la apariencia física real de estas mujeres, por lo general son retratados en la misma forma demacrada, cerosos en un espacio vacío. A pesar de su vulnerable, torpe postura dentro de la imagen, frente a la mirada del espectador directamente, exhiben una confianza cierta, tensa.
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